miércoles, 1 de mayo de 2013

Aunque te reviente, es tu vida.

LargeLo tienes a tiro, no tienes más que apretar el gatillo y una pesadilla menos. Pero no puedes, ya ha pasado a formar parte de ti. Más tarde, se te acerca, te dice: No puedes, sabes que me quieres, sabes que si yo me voy, tu te derrumbas. Anda, dame eso. Tu te separas, le miras a los ojos, los tienes llorosos y estás a punto de echarte a llorar. Acabas dejando que él te coja la pistola, se la das más bien y te rindes, te rindes a la realidad. La realidad es que le quieres, y que por mucho que lo intentes, no te perdonarías nunca acabar con su vida y su historia. Vuestra historia. Tal vez, no haya sido una historia de princesas y príncipes, y mucho menos una historia fácil, has querido matarlo en varias ocasiones y en esta ocasión has estado bien cerca. Te ha fallado constantemente y no siempre te ha demostrado que te quiere, aunque en el fondo sepas que te quiere como a nada. Y aun así, tu le quieres más, y también lo sabes. Porque si él no está, te cuesta respirar. Recapacitas y acabas decidiendo que le darás una oportunidad más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario