domingo, 16 de noviembre de 2014

Y si estás ahí arriba, viéndome, espero que estés viendo lo mucho que te recuerdo cada día, lo mucho que te echo de menos. Cada vez que alguien se va, me acuerdo de ti, cada vez que oigo hablar de algo de viajes, de fotos, de ciudades antiguas, me acuerdo de lo mucho que te gustaba contarme todo aquello. Me lo relatabas como si fuera la historia de tu vida. Ahora, después de todo, habiendo crecido un poquito más, me arrepiento de tantas cosas...ahora soy casi otra persona y sé que estarias orgullosa de mi, se que estarías contenta por mi, por verme feliz, por ver a quien tengo a miafl, te llevarías bien con él, lo sé. Y la rabia que me da que no hayas podido conocerle me quema. Se que luchaste, que luchaste mucjo y que nadie es tan fuerte. Pero no sabes lo que dejaste aqui abajo. Aqui abajo no somos los mismos sin ti, lo que habia antes ya no esta. Esa unidad, ese cariño que impartías tu a tu manera, que nos transmitias a todos con tus oportunos comentarios, gestos palabras...no te voy a olvidar nunca y, aunque al recordarte se me escape alguna lágrima, también se me escapa una sonrisa pensando en que al menos pude pasar tiempo contigo y para que puedas ver que estoy bien, que he cambiado y que a mejor, que tu recuerdo no se borra y que no te fuiste por completo, que parte tuya, sigue con nosotros y que aunque nos duela, sabemos que para ti fue un alivio y que tenemos que recordar las cosas buenas, los momentos de risas y sonrisas. Antes, ahora y siempre serás la persona más luchadora y positiva que conoceré. Gracias por enseñarme tanto y por tenerte a mi lado durante esos años. Te quiero, tía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario